El ciclo del agua
El ciclo hidrológico nos cuenta cómo se mueve el agua de la Tierra. Este ciclo comienza con la evaporación del agua de mares, océanos y de la superficie terrestre gracias al calor del sol, formando nubes.
Este agua vuelve a la tierra en forma de lluvia, nieve o granizo.
Gracias a la porosidad del terreno, parte del agua de la lluvia se filtra. Cuando encuentra una capa de materiales impermeables detiene su marcha y queda almacenada formando bolsas de agua subterránea. Son los acuíferos, donde el agua puede estar almacenada miles de años. En estas grandes bolsas de agua subterránea, el nivel superior donde llega el agua se llama nivel freático. Cuando el nivel freático está a la altura del suelo forma una laguna o balsa.
Siguiendo las faldas de las montañas el agua se encarrila y se ordena en sistemas de drenaje compuestos por pequeños arroyos que se unen para formar grandes arroyos que desembocan en un río o un cauce principal. Estos ríos al final desembocan en el mar y se reinicia el ciclo.
El ciclo integral del agua comprende las diferentes fases que comporta la gestión de abastecimiento y saneamiento del agua en las poblaciones:
​
​
​
​
​
​
​
​
​
​
​
​
​
​
​
​
​
-
Captación: El agua se recoge del medio natural, ya sean aguas superficiales (embalses y ríos) o subterráneas (acuíferos) y desde allí se lleva a las plantas de tratamiento. Con la falta de agua actual, cada vez adquiere más importancia el agua desalada, este agua se capta del mar o bien de acuíferos que se han salinizado y se les realiza un tratamiento de ósmosis para sacar las sales y convertirla en agua apta para el consumo.
-
Tratamiento: El agua recogida del medio natural se transporta hasta las plantas de tratamiento, donde se somete a una serie de tratamientos físicos y químicos, que incluyen la desinfección y que garantizan que el agua cumpla todas las garantías sanitarias exigidas por las autoridades competentes y que la hacen apta para el consumo.
-
Distribución: El agua llega a las viviendas de los usuarios a través de las redes de distribución. El control de la calidad del agua se mantiene hasta el momento de ser entregada a los abonados.
-
Alcantarillado: Una vez usada, el agua sucia de las viviendas se va hacia la red de alcantarillado. Esta red recoge las aguas residuales, en el caso de las redes unitarias recogen también las aguas de la lluvia y las conduce hacia las depuradoras.
-
Depuración: Las estaciones depuradoras eliminan del agua todas las impurezas que ha ido acumulando en su ciclo de uso, de modo que se pueda devolver al medio natural con riesgo ambiental mínimo.